Han ganado el premio a la mejor fotografía en el concurso internacional Global Space Balloon Challenge, por delante de 405 equipos de todo el mundo
Un grupo de 17 estudiantes de varios cursos de la Escuela de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han construido un globo de látex y lo han hecho volar con helio hasta una altura de 32.000 metros, 20.000 por encima de la que alcanzan los aviones en los vuelos convencionales.
El equipo se llama NESLAB, forma parte del UPC Space Program y su aparato les ha permitido captar, desde la estratosfera, miles de imágenes espectaculares de la Tierra y el Sol. La imagen siguiente es una de ellas, con la cual han ganado el premio a la mejor fotografía del concurso internacional Global Space Balloon Challenge, por delante de más de 400 equipos procedentes de las mejores universidades norteamericanas y de todo el mundo.
Cinco años de trabajo constante, pasión por el espacio y mucho talento son los elementos fundamentales que han hecho que los 17 estudiantes de la Escuela de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) que forman el equipo NESLAB hayan conseguido con un globo de látex lo que prácticamente está sólo al alcance de empresas del sector aeroespacial: llegar a la estratosfera y testimoniar el vuelo con miles de imágenes fotográficas y de vídeos de la Tierra, del Sol y del espacio tomadas desde una altura de 32 km, captadas en uno de los tres lanzamientos realizados durante este curso desde diferentes puntos de la geografía catalana y española. Este proyecto es fruto del programa INSPIRE de la ESEIAAT, premiado recientemente por el Consejo Social de la UPC como la mejor iniciativa docente. INSPIRE promueve la realización de proyectos reales de estudiantes que se llevan a cabo en horario extraacadémico.
Vídeo sobre la preparación de un de los lanzamientos del equipo NESLAB – Canal You Tube UPC ESEIAAT
Fabricado con látex, el globo tiene 1,5 m de diámetro, asciende con helio y lleva suspendido un módulo de unos 30 centímetros cúbicos, sujeto con cuerdas de hilo de carbono. Este cubo está equipado con cámaras para hacer fotos y vídeos y con tecnología avanzada, desarrollada también en la Universitat para realizar experimentos en condiciones muy severas de presión y temperatura. El mismo módulo está construido con materiales resistentes creados también por investigadores de la UPC.
El módulo cuenta con tres sistemas de telecomunicaciones, diseñados por los mismos estudiantes para poder recuperar el módulo una vez explota el globo de látex y para garantizar, también, que no se pierda la comunicación entre el aparato y el equipo de NESLAB, dos factores difíciles de conseguir en este tipo de lanzamientos.
Una foto estratosférica cada dos segundos
Las cuatro cámaras que viajan dentro del módulo son ‘deportivas’ (AEES 40 PRO), modelos que consumen menos energía que otros con mejores prestaciones. Las cámaras están programadas por los estudiantes para realizar una fotografía cada dos segundos, una cifra que se traduce en 4.000 imágenes durante las dos horas que dura el vuelo.
Las cámaras captan imágenes de 8 megapíxeles y graban vídeos a 1080p/30fps. Todo a temperaturas por debajo de los 50 grados y desde más de 30.000 metros de altura, el triple de la que alcanzan los aviones en los vuelos convencionales.
El módulo que transporta el globo se comunica a través de aparatos de telemetría y un pequeño controlador que envía correos electrónicos, vía satélite, que contienen información de la ubicación de los globos y un emisor de radio. Todo ello pesa 3 kg y para cubrir el equipamiento se han escogido los materiales de una manera muy cuidadosa. De hecho, según explica uno de los integrantes del equipo, Marc Cortés: “una de las mayores dificultades es proteger el equipo electrónico de las condiciones tan severas de presión y temperatura”. Los profesores del Departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la UPC “nos han ayudado mucho a la hora de utilizar los materiales más adecuados y de la manera más eficaz para proteger la tecnología que transportamos hasta la estratosfera, de manera que sea un buen aislante térmico pero que también sea suficientemente ligero”, explica Cortés.
El sistema de telemetría es uno de los aspectos técnicos destacados de este globo, ya que los globos convencionales utilizan sólo sistemas de radio para las comunicaciones, de manera que si pierde la señal se debe hacer un seguimiento in situ de la trayectoria y la posición. “Si entre el globo y el radar se interpone una montaña, no se puede recibir ninguna señal. Para solucionarlo”, explica el estudiante, “hemos incorporado tres tecnologías y sistemas de telemetrías independientes: uno es bidireccional y utiliza la red de satélites Iridium, que proporciona cobertura mundial, desde el Everest hasta el Atlántico; el otro es para radio y, finalmente, el otro sistema utiliza la mensajería de texto por telefonía móvil”. Los dos primeros, según especifica el estudiante, “los hemos programado e implementado con microcontroladores de la plataforma de programación Arduino pero con el software, el cableado y las verificaciones propias, las cuales han dado unos resultados extraordinarios”. Los estudiantes de NESLAB han decidido dejar en abierto todo el conocimiento adquirido durante los cinco años de trabajo para que cualquier persona lo pueda aprovechar en futuros proyectos.
Experimentos a 30.000 metros de altura
Con los experimentos llevados a cabo hasta ahora mediante los lanzamientos realizados, han estudiado, entre otros temas, la concentración de gases de la atmósfera. Concretamente, han medido la temperatura exterior en función de la altura y la han contrastado con los modelos de la International Standard Atmosphere. También han medido la temperatura interior del cubo para analizar qué capas de material aislante son las más eficaces. Igualmente, han comprobado si un barómetro registra o no la misma altura que un aparato GPS técnico de gran altura. El objetivo: establecer cuándo es viable utilizar sólo el barómetro, un aparato obtenido vía Internet a un precio de dos euros.
Grandes resultados con pocos recursos
Los estudiantes de NESLAB quieren demostrar con su proyecto que con pocos recursos se puede llegar a alturas que hasta ahora sólo estaban al alcance de algunas empresas. De hecho, estudiantes de la escuela de negocios de la Universidad de Harvard los contrataron para realizar un proyecto experimental. Este tipo de iniciativas abren la puerta a estudiar la viabilidad de enviar pequeños aparatos al espacio desde la estratosfera, donde la fricción es menor que en la atmósfera y, por tanto, hace que los costes de los lanzamientos sean menores.
En esta línea trabaja el equipo NESLAB en el marco del UPC Space Program, una iniciativa impulsada por estudiantes de la ESEIAAT que sienten pasión por el espacio y desarrollan proyectos de ingeniería aeroespacial. La idea sería poder enviar un pequeño cohete con un motor comercial pero desarrollado íntegramente con tecnología de la UPC.
Fuente: Universitat Politècnica de Catalunya